jueves, 20 de marzo de 2014

Micro Cuento...






Tumbada en la cama, con la mirada fija en la esquina de una camisa que sobresalía entre las ranuras del armario, inmóvil, escuchando de fondo los latidos de su corazón ralentizándose, como si se fuera apagar en cualquier momento...
No dejaba de pensar, la mente funcionaba a cientos de revoluciones por minuto, ideas, imágenes, sueños...un ir y venir de despropósitos que no podía ordenar. 
Su cuerpo no obedecía a su mente, solo quería cerrar los ojos y escapar, volar a un sitio lejano donde no existiera el tiempo y las nubes blancas flotaran sobre tu cabeza. Pero sabía que allí tumbada no conseguiría nada, tenía que activarse, obligar a sus músculos a obedecer, salir de la cama y empezar a ordenar su vida, su lista de prioridades...
Pero no podía, no quería, la habitación se hacía cada vez mas pequeña mientras que la esquina de aquella camisa sobresalía mas y mas del armario, era como un dedo acusador que la señalaba como culpable de todos los males del mundo... 
Cierra los ojos y desaparece. Viaja en el tiempo a una época donde su mayor preocupación era la cuerda de la clase de gimnasia. Sin facturas, sin alquileres, sin trabajo. 
Empieza a respirar, ese aire puro que emana de la huerta de su abuela le llena los pulmones mientras muerde un tomate y una gota de jugo le recorre la comisura de la boca. Cuenta margaritas mientras busca un trébol de cuatro hojas para pedir un deseo..."aprobar el examen de mates"... 
En lo alto de un árbol se posa un cuervo, negro de ojos profundos, lo observa fijamente en un concurso de miradas sin juez. El pájaro pierde, emprende el vuelo perdiéndose en el horizonte. Se vuelve a concentrar en el trébol apretándolo fuertemente entre sus dedos mientras cierra los ojos, respira, el examen, las notas, el aire...
Pero un ruido estridente la arranca de sus fantasías, abre la mano, el trébol se cae al suelo, el aire vuelve a ser espeso...ese sonido, el teléfono. Despierta y regresa al presente, su móvil esta ahogándose encima de la mesa, reclamando su presencia, y con el, vuelven los agobios, las ideas, las imágenes, la realidad... 
Se pregunta por que la vida es mas complicada cuanto mas mayor te haces...



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