domingo, 30 de septiembre de 2012

Dolor...Amor...

Dicen que parir es una de las cosas más dolorosas que hay, o mear piedras del riñón del tamaño de diamantes, o que te disparen en una rodilla… Sea cual fuera el dolor, a cada persona le dolerá más o menos, excepto una cosa, el AMOR. Ese creo, que es el dolor más insufrible. Se te mete en las entrañas del pecho, muy cerca del corazón, quizá para que no olvides el poco que te queda, y con unas serie de punzadas no consecutivas, se va mimetizando poco a poco el dolor sensorial y el emocional, sin llegar a saber muy bien cuál de los dos es el peor…
Del dolor pasas al sufrimiento, a la depresión, y por último a la tristeza, y esa mezcla de ingredientes pueden desembocar en un cóctel terrible, del que es muy difícil salir, como si de la más poderosa droga de diseño se tratase.

Donde está el gen del amor? Si actualmente y con medios económicos suficientes, puedes escoger el color del pelo, de ojos, o el sexo de tu futuro hijo…no marcarías la casilla del DOLOR si estuviera puesta en el formulario de peticiones a la probeta? Si pudierais no le evitaríais el dolor de un dedo roto en el recreo de la escuela, o el dolor de cabeza de una fiebre alta por la gripe? Entonces…porque no evitarle el dolor del amor?.... tenemos aspirinas, vendas, anestésico, antibióticos, tiritas, vacunas etc, etc  …pero que tenemos para prevenirnos del AMOR? Nada, absolutamente nada nos puede prever de lo que será un dolor agudo e incesante en el pecho de un corazón roto.

Un dolor que sí, que pasará, pero que a medida que el dolor pase, la rabia y la desconfianza aumentan, cuanto más dolor mas rencor y más miedo al futuro.